No es fácil vivir con una enfermedad crónica. Hay consecuencias en cada aspecto de la vida; relaciones con amigos y familia, deportes, viajes, hasta dormir. Porque de todo esto, hay que tener mucho cuidado con cada acción de comer, pensar, y respirar. Sin embargo una enfermedad crónica no significa que no se puede vivir como el resto del mundo.
En primer lugar, es aconsejable que informarse a la gente en la vida lo que pasa con la enfermedad. Por eso, ellos pueden entender lo que es en la vida. Además, cuando se comparte estos tipos de cosas con otros el resulto es hay menos estrés en su propia vida ya que no se tiene todo a se mismo. Cuando hay problemas más serios, los amigos y la familia se pueden ayudar. Es más, resulta beneficioso cuando se puede reírse en los problemas de la enfermedad. Cuando se pone menos serio, hay menos preocupaciones y el visto del mundo es más ligero y alegre. Por ejemplo, si tiene problemas con los ojos, puede pedir a un amigo que él sea su propio lazarillo.
Lo mejor recomendación sería no pensar sobre la enfermedad todos los días. Cuando se piensa solo en esta única cosa, se pone deprimido. Claro, la enfermedad será una parte de la vida hasta la muerte, pero la enfermedad no representa la persona. Es importante mostrar al mundo que una enfermedad crónica no significa que no se puede hacer lo que se quiere.
Para conseguir con la vida, hay que aprovecharse de todo. Viajar. Sí, es un poco más difícil pero no es imposible. Todavía más, es conveniente hacer riesgos. Nunca se sabe lo que se puede hacer si no intentarse. Es muy importante no escuchar la gente que muestra lastima a las enfermedades crónicas. Esta gente se siente mala que se tiene la enfermedad pero esta lastima no ayuda nadie. Siempre hay problemas durante la vida, hay que ver el bueno o se vive una vida negativa.

Posted by Amber Mooney a las 8:42 p. m. // // //    

Etiquetas: consejo, enfermedad crónica, vivir

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