24 abril, 2007
Consejos para peregrinos
Después de terminar de hacer el Camino de Santiago desde Astorga hasta el final hace dos semanas, creo que tengo bastante experiencia para darles algunos consejos a los peregrinos del futuro, por lo menos a los que van a empezarlo desde un punto que está aproximadamente a dos o trescientos kilómetros de Santiago.
En primer lugar, para que se tenga la experiencia más gratificante y agradable, es recomendable comenzar a prepararla bastante por adelantado del día de comienzo verdadero, especialmente en cuanto a la preparación del cuerpo. Caminar por lo menos quince a veinte kilómetros cada fin de semana durante un mes antes de empezar el Camino es aconsejable, y es aún mejor hacerlo con la mochila puesta. Así que, el peregrino se puede acostumbrar a caminar distancias largas con la ventaja de poder descansar y recuperarse durante la semana siguiente, y los músculos tienen tiempo para fortalecerse. Además, mediante practicar caminar antes del viaje real, se pueden probar las botas para asegurarse que son cómodas y que no le dan ampollas.
Otro asunto importante de considerar antes de salir es cómo se debe hacer la mochila. Mientras esto depende de la temporada en la que se camina (por supuesto, se necesita más ropa durante el invierno que en el verano), la regla general es llevar lo mínimo posible. Respecto a la ropa necesaria, unas camisetas de manga corta, unas de manga larga, una sudadera, unos pantalones, un poncho, un forro polar, dos o tres pares de calcetines buenos y unas chancletas deberían ser suficientes para las estaciones más calientes. También resulta beneficioso llevar un diario y un bolígrafo, unos tapones (para los durmientes ruidosos), un iPod, un jabón, unas vendas y unas gafas de sol. Conviene dejar las cosas de las que no se está seguro, porque lo más probable es que no se necesiten.
Por último, algo que no se puede olvidar llevar es una mentalidad sincera y una actitud optimista. Se hacen muchos nuevos amigos en camino, pero hay que estar abierto a conocerlos. Habrá días difíciles y dolorosos, especialmente al principio; por lo tanto, es importante recordar que la experiencia merece mucho la pena. Más aún, las dificultades la hacen aún mejor al llegar a Santiago.
Posted by Michelle Racine a las 8:53 p. m. // // //
Etiquetas: El Camino de Santiago
